sábado, 30 de enero de 2010

DEMÓCRATAS DESTEÑIDOS

Han tomado una decisión y ahora pretenden que la gente se olvide. Por eso desde este blog insistiremos en recordar a quienes quieran saberlo que la democracia no es un cascabel que se le pone a un sistema y esto le confiere esa identidad democrática sino que, muy al contrario, hay que demostrar lo democrático que se es para merecer dicho cascabel.
Tratar de silenciar a quienes ponen en cuestión algunas de sus decisiones y parte de su gestión no es precisamente atributo democrático que exhibir sino la muestra de que más allá de la presunción los hechos delatan una actitud bastante indigna, capaz de recurrir a la censura y obstaculizar la participación y la pluralidad.
Lo que ocurre es que, a estas alturas de la película, ya no pueden poner puertas al campo y controlar, como quisieran, los espacios de opinión.
Y ellos tendrán que asumir que, con su infame decisión, esa que criticarían abiertamente si formaran parte de la oposición, se han labrado la fama merecida de censores y tendrán que cargar con ese baldón mientras no restituyan el enlace a su lugar natural.

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