Hay demasiadas razones para no pasar por encima la actitud censora de un ayuntamiento que aspira a la sumisión y el vasallaje y que, cuando le incomoda, pretende dificultar el acceso e invisibilizar una plataforma que es necesaria, participativa y ejerce de altavoz de los ciudadanos que en ella quieren participar. No es excluyente, como ellos, y tiene un espacio para todos los ciudadanos, sin tener en cuenta su ideología, a poco que quieran utilizalo.
No, no nos vamos a comer vuestra censura, no vamos a conformarnos con este despreciable acto escasamente democrático.
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