DE LA DEMOCRACIA DIGITAL A LA POCACRACIA GENITAL

Cuando el alcalde ddaimieleño presentó la incorporación de Daimiel a la plataforma Ciudadanos2010 la saludó como la llegada de la democracia digital. Entonces la misma persona que ahora ocupa el mismo cargo se felicitaba por la llegada de esa herramienta democrática que, como decía en su lema, era "el portal de los ciudadanos que se interesan por Daimiel". Eran tiempos en los que importaba tanto la pose ruedaprensista que no se pensaba que la hemeroteca retratase, de cuerpo entero, a quien hacía ese florilegio democrático de la nueva herramienta, en la impostura en la quedaría tres años después.

Ni siquiera en el pasado pleno municipal, cuando se citaron sus palabras y por lo tanto se le aludió directamente, hizo uso de la palabra como tanto gusta de hacer. No tuvo valor de explicar por qué de aquel encendido elogio a Ciudadanos 2010 (Foro de Propuestas y Cuadernos de la Ciudad) ha pasado a la renuncia de incorporar el enlace al nuevo portal municipal, cómo es que se ha diluido de esa forma su entusiasta acogida y ha optado por una censura encubierta, donde se le han quedado las ínfulas democráticas para que le haya venido el arrebato genital de cargarse el enlace. Porque en el fondo cuando la democracia es de boquilla no se está predispuesto a la crítica ni se quiere atender a la pluralidad ni se sabe consentir la disensión y por eso ha salido la parte genital, menos democrática y mucho más dictatorial, para cortar por lo sano (lo de sano es pura coña) cualquier atisbo de cuestionamiento a sus actuaciones. En un país donde tanto se hace por los cojones ha faltado de eso mismo para soportar lo que también es democracia y es que exista espacio para quienes no piensan como él. Y si la democracia no es de todos no es democracia, que parece que les cuesta demasiado comprenderlo a estos políticos, sino partitocracia, miedocracia, pocacracia y no mucho más bajo su apariencia engañosa.