LA PLATAFORMA CIUDADANOS2010 ES IRRENUNCIABLE

Si algo tengo claro es que, hoy por hoy, la plataforma Ciudadanos2010, que da cabida al Foro de Propuestas local y a los Cuadernos de la Ciudad, es irrenunciable y eso es así porque, en rigor, es el único ágora de expresión ciudadana. Y poco importa que no sean muchos los daimieleños que acceden a ella, que algunas de las propuestas allí planteadas escapen al objetivo de propuestas aplicables a Daimiel, que dos de los grupos municipales hayan renunciado a ese espacio de contacto con los ciudadanos desde hace más de dos años, que muchos jóvenes que conozco hayan dejado de utilizarla viendo el escaso interés del equipo de gobierno para conocer sus inquietudes, que apenas haya cuadernos activos. Lo que importa es que exista ese espacio, que quien quiera ejercer su derecho a formular una propuesta que pueda mejorar la ciudad pueda hacerlo, que pueda sentir el respaldo o, incluso, el rechazo de otros ciudadanos a lo que propone, que pueda sentir que hay personas que se preocupan por lo que ocurre y pueden dar su opinión.

Si el nuevo portal del ayuntamiento, no habiendo incluido el enlace a Ciudadanos2010, hubiera habilitado su propio foro participativo al menos no hubiera dado esa impresión real de censura, de exclusión de los ciudadanos, de maniobrar para liquidarse en espacio incómodo por su propia negligencia y desprecio. Pero la jugada ha resultado clarificadora y han pretendido aprovechar la coyuntura del nuevo portal para eliminar un lugar donde la gente ha expresado con claridad lo que no les gusta de Daimiel y de la gestión de sus gobernantes. De haber sido éstos inteligentes hubieran sacado partido de las aportaciones en vez de limitarse a sacudírselo de encima porque no se había convertido en el lugar de alabanzas que quizá esperaban.

Pero hay algo mucho más grave, es una decisión alevosa, premeditada, no fruto de un calentón institucional, y por eso adquiere mayor transcendencia. Quienes nos gobiernan nos rechazan, nos excluyen, nos discriminan, pretenden dificultar ese ejercicio de libertad y participación que es para quienes acceden a ese espacio, y eso les convierte en gente en la que es difícil confiar como defensores de nuestros derechos, gente en la que es difícil confiar para que nos representen. Eso es, como digo, lo más grave. Y nadie puede garantizar que no sea este el primer paso para que el ayuntamiento se desligue de la plataforma que ahora gestiona Agora News y elimine definitivamente ese espacio, completando esa miserable estrategia de silenciar, recordando otros tiempos, cualquier espacio de opinión y disensión.

Quizá esperen que nos cansemos, que terminemos por renunciar a la protesta contra su actitud. No creo que lo hagamos pero si así fuera nada puede borrar la actitud de un equipo de gobierno que ha optado por censurar, dificultar y, de algún modo, impedir un mayor acceso a un espacio para los ciudadanos, los grandes postergados en esta democracia de baja intenidad. Y bien harían los grupos de oposición en recordárselo como argumento recurrente en cada ocasión que tengan. Sobre todo cuando nuestro alcalde tenga esos ataques de golpes de pecho democráticos que tanto le gusta exhibir de vez en cuando, porque destiñe.